Por Javier Cid
Parece que la candidata del PRIAN es una fiel heredera de la apatridia neoliberal de sus antecesores. Hace una semana, se produjo un enorme revuelo mediático por los comentarios de la diputada hispano-argentina Cayetana Álvarez de Toledo, quien en el marco de “Feria de Ideas” de la ciudad de Puebla, dispuso una serie de ataques contra la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Sobre estas líneas no daremos mayor importancia a una figura “random” de la ultraderecha internacional. Poco le debe importar al pueblo lo que diga un personaje decadente de la aristocracia española que busca, en la popularidad del presidente de México, una vía para crecer políticamente. Lo verdaderamente peligroso es la declaración de intenciones de Xóchitl; rescatar la herencia neoliberal y la felonía administrativa que consistía en vender a trozos la riqueza de la nación.
El que la “caricatura” a la presidencia haya escogido a una aristócrata del viejo continente no es para nada casual; de nuevo proyecta sobre el pueblo mexicano ese mezquino eurocentrismo que nos hace ver como menores de edad necesitados de la tutela de un adulto que avale nuestra política económica. Durante décadas, este modelo sometió a la población mexicana a una profunda desigualdad y pobreza que se erigen como los pilares maestros que sostienen los índices de violencia que padecemos.
En los últimos años, la política económica encabezada por Andrés Manuel López Obrador ha emprendido el rumbo de la emancipación; una autonomía que desborde el ámbito institucional y se instale con fuerza en el plano material. Para ello se ha emprendido la ruta del rescate del andamiaje de empresas públicas que habían sufrido el “auto boicot” por la política neoliberal como parte de su estrategia para desmantelar el Estado de Bienestar.
Es por ello que, la posibilidad de una presidencia de Xóchitl (por muy absurdo que parezca) abriría de nuevo las puertas al expolio legalizado de los recursos mexicanos. Es por ello, que las elecciones en México y en el conjunto de América Latina no son meros comicios donde se elige al titular del Poder Ejecutivo; la democracia en Latinoamérica se convierte en un continuo plebiscito que pone en peligro la independencia lograda hace más de dos siglos.