Ucrania y el rearme de Estados Unidos y Europa

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Una reciente encuesta de la prestigiada organización norteamericana, Pew Research Center, que se especializa en hacer sondeos de opinión, encontró que el 24% de los consultados se mostraron “extremadamente” preocupados de que se produzca un enfrentamiento militar entre Estados Unidos y Rusia por Ucrania, mientras que un 24% dijo que están “muy preocupados” que de que eso suceda. Un 34% se mostró “algo preocupados”. (Pewresearch.org)

Una amplia mayoría de los ciudadanos apoya las sanciones económicas contra Rusia, así como el envío de armamento a Ucrania y, en menor medida, que se coloquen más tropas norteamericanas en los países europeos cercanos a Rusia, pero entre el 60 y el 75% de los consultados aprobaron la aplicación de tales medidas por parte del presidente Joe Biden.

Entre aquellos que se definen como demócratas y republicanos la aprobación es mayor, entre un 70 y 80%.

No conocemos ninguna consulta sobre la opinión que tienen los ciudadanos de Europa sobre el tema, pero hasta donde las noticias de Europa del este lo reflejan, en países como Polonia, Lituania, Estonia, Letonia y la República Checa, tienen opiniones muy duras en contra de Vladimir Putin, proporcionan armamento a Ucrania para que combata a Rusia, además de que toman medidas para elevar su presupuesto y producción militar ante lo que ellos consideran una amenaza cercana.

Paradójicamente esos países formaban parte de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que dirigía Rusia y, hoy, son sus enemigos más decididos.

Mientras que la opinión de la mayoría de los ciudadanos de EU, se muestra “extremadamente” o “muy preocupada” por la posibilidad de un enfrentamiento militar con Rusia, el mandatario norteamericano anunció que como parte de la estrategia para impedir que Rusia agreda a otros países europeos, Estados Unidos “reforzará” sus presencia militar en Europa.

Anunció que:

  • Elevará la flota naval de destructores que se encuentra en la base de Rota, en España, de cuatro a seis.
  • El 5to cuerpo de ejército tendrá una base permanente en Polonia.
  • Habrá una brigada rotativa adicional en Rumania integrada con 3,000 combatientes y otros 2,000 personal de equipo de combate.
  • Aumento de despliegues rotativos en los países Bálticos.
  • Dos escuadrones adicionales de aviones stealth F-35 a Inglaterra,
  • Más defensa aérea y de otras capacidades en Alemania e Italia.
  • Biden hizo el anuncio el 6 de julio, durante la reunión de la OTAN que se llevó a cabo en Madrid, a finales de junio.

En ella se alcanzaron acuerdos de la mayor importancia político-militar, como fue declarar a Rusia una “amenaza significativa y directa”, una definición que antes no existía y que ahora es la posición oficial del bloque militar hacia ese país.

La reunión de los presidentes y jefes de gobierno de los países que integran la OTAN, es la primera que se lleva a cabo después de la invasión rusa a Ucrania, y el tema central se la reunión fue la respuesta que darían a Rusia.

Los integrantes de la OTAN ratificaron su apoyo total a Ucrania y abrieron las puertas para que en un futuro cercano Suecia y Finlandia, vecinos de Rusia, se unan a la organización.

“Junto con nuestros aliados vamos a asegurarnos de que la OTAN esté lista a enfrentar las amenazas de todas direcciones y a través de cualquier campo”, dijo el presidente norteamericano al anunciar las medidas militares inmediatas que aplicará.

Aunque Biden afirmó que el despliegue militar sería en conjunto con sus aliados, hasta el momento el despliegue de armamento y tropas son exclusivamente norteamericanos.

A pesar de la retórica política del presidente Biden, y de los mandatarios asistentes, la realidad es que el despliegue de tropas y armas que anunció es marginal, pues no representa un incremento masivo capaz de equilibrar el de Rusia, en este momento.

Por otra parte, el movimiento de fuerza militar anunciado tendrá un costo económico para los Estados Unidos en un momento en que su economía experimenta una alta tasa de inflación, cercana a 10%, así como un gran endeudamiento que es 137% superior a su Producto Interno Bruto.

La deuda de Estados Unidos subió exponencialmente debido a las acciones monetarias y crediticias laxas que tomó para enfrentar las consecuencias de la pandemia. La tasa de interés de la Reserva Federal es de apenas 1.75%, la cifra más reciente después de que elevó la tasa a mediados de junio en .75%.

El gasto militar anunciado, aunque es relativamente menor, es inflacionario porque se orienta a una actividad no productiva.

Al mismo tiempo, el gobierno del presidente Biden se enfrenta al hecho de que aún no se aplica a plenitud su programa de inversión masiva en infraestructura por mil millones de millones de dólares que fue aprobado por el Congreso a mediados de noviembre.

El paquete tiene una importancia relevante para EU pues es la más alta inversión que se hace en 50 años, en puertos, aeropuertos, carreteras, puentes, transporte público, red eléctrica, agua potable, internet  y autos eléctricos. ¿Podrá EU hacer un mayor gasto militar para enfrentar a Rusia, a la que considera la mayor amenaza actual para la paz y, al mismo tiempo, llevar a cabo su indispensable programa de infraestructura que va retrasado o caerá en recesión y más inflación?

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