Por Francisco Casanova
Este domingo 4 de junio será la elección en el estado de México que durante casi 100 años ha sido gobernado por el PRI. Pero todo parece indicar que – por el resultado en todas las encuestas- el poderío político y económico de los grupos que lo sustentan por fin llegó a su fin, ante el avance incuestionable que experimenta la Cuarta Transformación en el país.
Con esta sería la gubernatura # 23 para este movimiento político en un estado inmensamente rico por su planta industrial y recursos naturales, pero a la vez con fama de ser el más antidemocrático y corrupto.
En esta ocasión se disputan la gubernatura del Estado de México los partidos MORENA y sus aliados, y la coalision Vamos México, integrada por el PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, apoyados esta vez directamente por el líder derechista Claudio X González.
Morena en esta histórica campaña política fue representado por la maestra Delfina Gómez, quien cerró su campaña quedando muy arriba en las encuestas. Su mensaje fue de justicia para los más pobres en esta etapa de transformación política, social y económica, impulsada por AMLO.
Mientras que la candidata del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, es Alejandra del Moral, quien a pesar de representar los intereses conservadores de siempre, nunca pudo levantar en las encuestas por más alardes de organización que hizo durante su campaña.
Sin embargo, a pesar de que todo parece indicar que el triunfo de la maestra Delfina es un hecho, la experiencia electoral en un estado donde el PRI nunca ha soltado el poder político, no se podría tener certeza absoluta de nada.
Ciertamente el Estado de México es uno de los más importantes en el país en términos económicos, que también cuenta con mayor población en relación al resto de los 32 estados, pero
es a la vez el estado con mayor pobreza donde ocurren anualmente gran cantidad de feminicidios. Es violento, pues.
De esta forma, la población más pobre del Estado de México se juega en este proceso electoral su futuro, cuando ya conoce lo que es recibir beneficios de un gobierno como el de AMLO con apoyos directos del programa de Bienestar a los adultos mayores, a todos los jóvenes y niños con sus becas, a personas con discapacidad y apoyos a madres trabajadoras, con recursos económicos que les llegaron simultáneamente a sus cuentas bancarias, evitando a los intermediarios, y generando un ambiente social optimista.
Es en este tema cuando surge la diferencia entre un gobierno que simplemente procura el bienestar de la gente y otro que busca su provecho personal a través de la corrupción y el abuso, manipulándola por décadas en contra de ella misma y de su dignidad.
Por ello, las elecciones de este domingo no serán cosa fácil, a pesar del resultado en las encuestas de principio a fin en las campañas a favor de la candidata Delfina Gómez. Y más cuando todo indica que la derecha en el país ha echado toda la carne al asador para conservar el poder de los privilegiados de siempre, y lograr detener a como de lugar el avance democrático del presidente López Obrador con la llamada revolución de las conciencias.
Es un hecho que las 2 candidatas partidistas requieren una votación descomunal para demostrar electoral y políticamente la contundencia del triunfo de un proyecto sobre otro. Pero también es un hecho que el PRI y el PAN, que son los partidos tradicionales, no cuentan – a diferencia de MORENA- con un proyecto social que los identifique realmente con el pueblo. El PRD prácticamente lo perdió todo, y el de Alianza sigue en proceso de tenerlo.
Y en ese sentido, el resultado previsto para el próximo domingo nos dice que MORENA va a arrasar en la votación para llevar al triunfo holgadamente a la maestra Delfina. Pero habrá que cuidar muy bien, y hasta lo último, todos los detalles. A la gran población del Estado de México le caería muy bien que en en esa entidad trabajen juntos el Presidente y la Gobernadora del mismo proyecto político para hacer realidad la Democracia y la Justicia.