Todo le salió bien a AMLO y es difícil decirle adiós

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Por Francisco Casanova

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su fin hoy 30 de septiembre de 2024 con una aprobación del 80% por ciento y, comparado con el gobierno anterior de Peña Nieto, el porcentaje de aprobación al final de su mandato apenas llegó al 24 por ciento.

La gente califica, pues, que el sexenio de AMLO se trató de «un buen gobierno» a favor de la gente, y por eso le entrega su cariño, mientras que la baja puntuación de Peña Nieto significa que se trató de «un mal gobierno», de excesos privatizadores, igual o peor que los gobiernos anteriores, en los que también hubo «desapariciones forzadas» como la que sufrieron los 43 jóvenes de Ayotzinapa.

Sin embargo, el gobierno de AMLO no solo fue «un buen gobierno», sino que se trató de un gobierno «transformador y no represor» a favor de los que menos tienen, sin que ello hubiese significado un gobierno radical en contra de los que tienen de más. A no ser de los que no pagaban miles de millones de pesos en impuestos.

No se trató de eso. Ni de expropiaciones. Ni de comunismo, ni de socialismo ni de nada. Pero sí de dar un golpe de timón a favor de la justicia, porque los abusos del poder económico y político estaban a la orden del día y, nuestro país ya no daba para más.

Y lo que hizo AMLO inmediatamente fue «enderezar entuertos» con argumentos justicieros, separando el poder político del poder económico, y emprendiendo a la vez una profunda reforma social, inspirado en el lema de Primero los Pobres.

Y los que nunca habían sido tomados en cuenta recibieron por primera vez un reconocimiento salarial histórico, rompiendo con el esquema de que no se podían otorgar aumentos justos porque provocarían inflación, y demostró que eso fue un total engaño. Y eso no era gobernar. Eso era manipular. Eso era abusar. Eso, como refiere AMLO, fue traicionar al pueblo.

Pero en ese reforma social que ya es constitucional también se reconoció a los adultos mayores de todo el país, – aquí en Sonora hay 280 mil de ellos – hombres y mujeres que ahora reciben una pensión digna y no una dádiva, como cada vez que se puede la oposición los insulta, sino porque la merecen, por todo el sacrificio aportado en su vida, para bien de la familia, de su barrio, de su estado y su país. Y así, también se apoya a las personas con discapacidad, a las madres trabajadoras, a los pescadores, a los campesinos y a los que cuidan el medio ambiente con la siembra de millones de árboles. Y se apoya a los millones de jóvenes que reciben becas para prepararse y encontrar su vocación en el estudio y entrar a la ruta del progreso. O sea, un gobierno diferente creando una historia diferente, donde los pobres dejaron de ser los amolados de siempre y a los corruptos de siempre se les quitaron todo tipo de tentaciones, evitando que salgan del gobierno funcionarios públicos hinchados de dinero. Y también se promovió el desarrollo regional con grandes obras económicas y sociales, como el Tren Maya. El Transísmico, y la construcción de grandes carreteras y caminos para mover productos con agilidad al interior de país y a los Estados Unidos. Aquí en Nogales, Sonora, ya se está por sacar las vías del ferrocarril del centro de la ciudad. Y en Guaymas, se construye una carretera hacia Chihuahua y se convierte a este puerto en pivote de la economía turística y de exportaciones. Pero sobre todo, se prepara el desarrollo económico de México para que se siga insertando cada vez más en la economía mundial. Y una prueba de ello es el Plan Sonora de Energías Limpias que incluye la Planta Solar más grande de latinoamérica, ubicada en Puerto Peñasco.

Y si la macro economía funcionó muy bien. La micro economía, también. Y millones de familias empezaron a ser felices. Es la verdad.

Fue un gobierno histórico el de AMLO que ya no tiene reversa y que a pesar de tanta mentira que se inventa y se reproduce en su contra, no lograrán desacreditarlo. Es el pueblo el que avanzó y AMLO condujo dicho avance con lujo de inteligencia, de compromiso social y de experiencia política, a tal grado de que al final de su mandato todo le dio resultado. Todo le salió bien. Y por ello se retira confiado en Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México aprobada con más de 36 millones de votos a su favor, quien desde mañana asume el compromiso de superar a su maestro para seguir avanzando en la Cuarta Transformación.

Por lo demás, es cierto que a un porcentaje menor de la población le molesta mucho, por su arrogancia, que la Cuarta Transformación siga avanzando en el país. «Pero ella hará las cosas mejor que yo», afirma AMLO. Y eso lo podremos empezar a ver y sentir con sus palabras desde mañana, cuando Claudia Sheinbaum tome posesión y ofrezca a la nación y al mundo su primer discurso como Mujer de Estado.

¡Qué viva la Cuarta Transformación!

Por lo pronto estos 6 años intensos se fueron muy rápido. Y se espera que la Transformación siga para bien de todos, y como siempre, en justicia, primero los pobres. Y que por el bienestar de México haya paz, inteligencia y compromiso entre los 3 Poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que deben equilibrar la vida de nuestro país. Esa es la democracia y la justicia que tod@s anhelamos.

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