Por Francisco Casanova
El Plan Hidráulico del Noroeste más conocido como el Plhino, surge para resolver en definitiva la escasez de agua en Sonora, tanto para uso doméstico, como empresarial y agrícola, pero sobre todo en estos tiempos de tantas expectativas industriales.
Lo anterior fue expuesto ayer por el gobernador Durazo en su conferencia de los martes ante el problema de la sequía que de momento es de baja intensidad. Y no representa riesgo alguno para abastecer de agua a todos los habitantes del estado.
Hasta el momento las presas están al 35 por ciento de su capacidad y es posible que aumenten en estos días de lluvias. Pero hay que hacer previsiones, dijo el gobernador.
Alfonso Durazo informó que incluso, dentro de las tareas que se realizan, ya hay pláticas con el gobernador de Nayarit, que es un estado rico en agua, y desde allá se trasladaría el líquido en un gran acueducto o en canales. Y el gobierno de Sonora ya está en condiciones de aportar una suma económica importante para realizar los estudios que exige el proyecto.
Dijo el gobernador: el problema del transvase de agua de un estado a otro siempre ha existido, porque no se quiere dar agua a otra entidad. Pero a estas alturas, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, está de acuerdo en retomar el Plan Hidráulico del Noroeste, Plhino, aseguró.
Y nosotros estamos en la mejor disposición de aportar unos 2 mil millones de pesos para dicho proyecto, destacó Durazo.
Es un proyecto extraordinario, de mucho dinero, agregó. Pero tampoco como para no hacerlo, pues implica desarrollo para todos, al resolver en definitiva la escasez – permanente- en agua de Sonora y – ocasional en Sinaloa. Y en ese sentido «agradezco la buena disposición del gobernador de Nayarit», dijo.
Para la realización del Plhino, se requiere que el gobierno federal lo haga suyo, porque es un proyecto de 100,000 millones de pesos. Y aunque surgió a principios de los 70’s, hace ya 50 años, por algo no se ha hecho, advirtió. Aunque evidentemente se necesita.
Por lo pronto, el Plan Hídrico del gobierno del estado, realizado el año pasado en su administración, es para resolver el problema de agua en Sonora de aquí a 30 años.
Y es de suponer que, en caso de que el Plhino avance en sus obras, los dos proyectos se integrarían con una gran campaña de cuidado del agua.
Por lo pronto para hacer frente a una posible escasez de agua por el problema en este año de secas, a diferencia del año pasado que fue muy llovedor, se realizan trabajos preventivos para evitar que la sequía se profundice, entre ellos el bombardeo de nubes para alimentar con fuertes lluvias los mantos acuíferos, aumentar a la vez el nivel de agua en presas con la corrida en los ríos, y llevar agua a los canales de riego y represos, en atención a la actividad agrícola y ganadera.
Sobre el bombardeo de nubes con sustancias químicas especiales, a veces no se han logrado los resultados previstos, pero otras han sido todo un éxito, al cumplirse las condiciones técnicas y del clima, en la formación de nubes y vientos.
Cabe destacar que el Plan Hidráulico del Noroeste, Plhino, es un proyecto que originalmente fue diseñado por uno de los técnicos más importantes del país en ese entonces, el Ing. Luis Robles Linares, nacido en Baja California, pero avecindado en Sonora, quién llegó a ser Secretario de Recursos Hidráulicos del gobierno federal en los años 70’s y 80’s del siglo pasado, y se distinguió por el diseño y construcción de grandes obras hidráulicas.
A Robles Linares lo acompañaron en esos trabajos, jóvenes técnicos, ingenieros y abogados de la universidad de Sonora y de Chapingo, entre ellos: José Luis Jardines, Hilario Valenzuela, Marco Antonio Lopez Ochoa, (+) Francisco Sahui Salazar, Alejandro Moreno, Jorge Ayala Fontes, y Alejandro Piolín Sánchez Meza (+), entre otros estudiantes de la UNISON conocidos como los Aguiluchos que se distinguieron en aquel tiempo por su buena fama, al participar en el movimiento estudiantil de 1967. Y ellos han seguido aportando sus conocimientos para resolver el gran problema del agua en Sonora.