Por Héctor Apolinar
El anunció que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador de que el director general del IMSS, Zoe Robledo declina buscar la candidatura del Partido Morena al gobierno de Chiapas, como estaba previsto, causó gran sorpresa en la opinión pública y en los medios políticos del país.
Robledo era, hasta entonces, el político con mayores posibilidades de ser próximo gobernador del estado, pues encabezada las preferencias electorales desde hacía tiempo.
Sin embargo, declinó a esa posibilidad y decidió continuar impulsando la mejora sostenida del IMSS y la construcción del IMSS-Bienestar, dos tareas de la más alta importancia, no solo para el gobierno del presidente López Obrador sino, sobre todo, para la salud de millones de mexicanos.
Continuar con esa delicada tarea es una decisión que enaltece a Robledo, pues su tarea es ardua y compleja.
Es bien sabido que Zoe Robledo estuvo al frente del IMSS durante los duros años de la pandemia de Covid19, que fue una tarea desgastante física y emocionalmente dado los estragos que causó en la vida de miles de personas en el país, cuando no se contaba con terapias adecuadas ni vacunas para combatirla.
Muchos vivimos horas de angustia y dolor.
Robledo pudo haber optado por asumir una tarea menos estresante dadas las tensiones a las que se vio sometido.
Mejorar los sistemas de salud pública, como se lo ha propuesto el presidente López Obrador, es una de las dos tareas más importantes que tiene el gobierno frente a sí, la otra es la seguridad pública.
El Estado de Bienestar que es la meta de AMLO, tiene como uno de sus pilares indispensables contar con un sistema de salud pública funcional y eficiente.
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