“¡Es un honor estar con Claudia hoy!”, lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador. En el marco del fin de las giras de la transición, el restaurado estribillo en voz del mandatario se interpretó como una entrega simbólica de la estafeta a su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo. “Va a ser muy pronto la mejor presidenta del mundo”, al referirse a la futura titular del Ejecutivo.
En ese momento, los decibeles de los miles que se reunieron en la Explanada de los Héroes de esta capital para presenciar el último acto de los recorridos conjuntos por el país, se elevaron para expresar su respaldo a la próxima mandataria.
Ella, sonriendo y mirando a la gente, colocó su mano derecha sobre su pecho, en la zona del corazón, a manera de agradecimiento. El Presidente puso en números las diferencias entre el proyecto de la transformación y los regímenes neoliberales.
“Aunque no les guste escucharlo a los conservadores: en dos sexenios, con (Felipe) Calderón y con (Enrique) Peña, cada mes entraban a formar parte de la pobreza 100 mil personas, cada mes crecía en 100 mil personas el número de pobres; con nosotros, cada mes salen de pobres 100 mil personas. Esa es la diferencia.” De ahí que celebró la continuidad del proyecto de transformación, ahora bajo la batuta de “la doctora Sheinbaum”.
Recorrido que sumó dos meses
El Presidente y la presidenta electa concluyeron ayer los recorridos que realizaron durante 10 fines de semana –desde el 14 de junio–, los cuales abarcaron todas las entidades como parte de la llamada “transición en terreno”. Lo hicieron en la capital regiomontana, donde encabezaron la evaluación del programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
“Hoy cerramos esta gira histórica, es una transición entre el gobierno del Presidente que está cerrando un ciclo y el segundo piso de la Cuarta Transformación que va a iniciar a partir del 1º de octubre”, rubricó Sheinbaum.
Allí, López Obrador afirmó que durante su mandato salieron de la pobreza más de 5 millones de personas. Además, se incrementó el salario y el empleo –con lo que México es la segunda nación en el mundo con menos desocupación–, se ha mantenido un equilibrio macroeconómico, existe orden en el manejo de las finanzas públicas y por primera vez en 50 años se fortaleció el peso y no habrá devaluación.
No sólo le ha ido bien a los de abajo, también “a los de arriba”. Los banqueros, por ejemplo, tuvieron ganancias el año pasado por 270 millones de pesos. “Si hay una reunión de empresarios, de banqueros, a veces que tengo reuniones con ellos, les pregunto: ‘¿Y cómo les ha ido a todos?’ Les ha ido bien, aunque lo digan con los dientes apretados”.
Lejos de desmarcarse del titular del Ejecutivo, su sucesora dejó claro que gobernará bajo los principios que han regido el mandato por concluir: por el bien de todos, primero los pobres, erradicar la corrupción y gobernar de la mano del pueblo.
“Quiero compartirles que han sido momentos muy emotivos. Yo digo que el presidente Andrés Manuel López Obrador es el mejor Presidente que ha tenido México (…) No hay presidente que haya terminado su sexenio con el amor que le tiene el pueblo de México a Andrés Manuel López Obrador. Las encuestas dicen que tiene hasta 80 por ciento de popularidad, que reconocen su trabajo”.