Por Francisco Casanova
Tal vez lo más impactante de los últimos días ha sido la cancelación total por parte de la mayoría de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Plan B de la Reforma Electoral propuesta por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Y con ello, en términos de la lucha legal y política que escenifica el Poder Ejecutivo por democratizar las elecciones en nuestro país, se fue al traste.
Pero no fue así.
Inmediatamente los representantes de MORENA en la Cámara de Diputados, del dirigente de este partido a nivel nacional, Mario Delgado, y el propio Presidente AMLO, señalaron que el único camino que le queda al movimiento social es volver a ganar arrolladoramente las elecciones en el 2024, tanto en el Poder Ejecutivo como Legislativo, para llevar a cabo una Reforma profunda al Poder Judicial.
Solo así se podrá lograr la verdadera democratización de la vida nacional, donde ya no puedan intervenir acciones corruptas de los altos intereses que, a pesar del avance de la 4T, aun controlan a algunos ministros de la Corte y algunos jueces, en varios estados del país.
¿Cómo es posible que servidores públicos que se dedican a hacer justicia, dejen en libertad a delincuentes justificando su acción por una falla técnica en los juicios, o entablen pleito abierto y descarado contra el Ejecutivo, porque este pretende transformar al país para mejorar la vida en sociedad? Eso es querer seguir viviendo en un mundo sin Ley.
En ese sentido, bienvenidas las denuncias penales a esos actos delincuenciales como una medida del Ejecutivo contra quienes dañan la vida en comunidad. Porque si no lo hacemos así, seremos cómplices, sentencia AMLO.
La aplicación de la Ley no debe ir, nunca, en contra de la Justicia. Y menos ir en contra de instaurar la Democracia como forma de vida.
En nuestro país las diferencias políticas como la desigualdad y sus consecuencias se están resolviendo desde el 2018 a través del voto masivo del movimiento social comandado por AMLO, el cual ha funcionado como un golpe de timón contra la injusticia y los abusos. Y el próximo 2024 tendrá que ocurrir lo mismo.
Solo el pueblo salva al pueblo, diría AMLO, en esta histórica y trascendental lucha política.