Por Héctor Apolinar
El 14 de noviembre el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó por sexta ocasión el municipio de Badiraguato, Sinaloa, lugar de nacimiento de algunos los fundadores del llamado cártel de Sinaloa, como Joaquín Guzmán Loera.
Las visitas del presidente López Obrador han sido criticadas por comentaristas y políticos opositores a su gobierno. Muchos de ellos acusan al Presidente de la República de que acude a Badiraguato como parte de sus supuestos acuerdos con el cártel y a reiterar su obediencia a sus dictados; entre esos críticos se encuentran Carlos Loret de Mola y Raimundo Riva Palacio.
Sin embargo, tales señalamientos no solamente son malintencionados, sino que están muy lejanos de la realidad.
El Presidente visita Badiraguato por motivos muy diferentes.
En primer dato importante que debemos tener en cuenta es que el municipio es el más pobre de Sinaloa, desde hace por lo menos 50 años, a pesar de que ha sido la capital de la producción de mariguana, amapola y opio de circulación nacional e internacional. En otras palabras, poco le ha beneficiado a la mayoría de los 26, 000 habitantes los millonarios ingresos de divisas que se perciben por la venta de narcóticos, si así fuera, Badiraguato sería la “Ciudad de los Palacios”, tan flamante como Las Vegas. Pero no es así.
En cambio, en la visita del presidente López Obrador, se informó que 14,139 habitantes sí son beneficiaros de los programas sociales del gobierno federal que evidentemente están reduciendo paulatinamente la pobreza en Badiraguato, no precisamente gracias al narcotráfico.
Además, López Obrador acudió a la población para inaugurar la carretera Badiraguato-Los Frailes, que es parte de la carretera a Parral, Chihuahua. El tramo carretero inaugurado, con altos estándares de durabilidad, es de 140 kilómetros, que reducirá el tiempo de traslado de 6 horas 40 minutos a 2 horas, con lo que se estimulará la economía local y regional.
En su construcción se invirtieron 2,800 millones de pesos y se emplearon a 13 mil personas.
La obra fue complicada ya que Badiraguato está localizado en una zona montañosa de difícil acceso que en la época colonial fue una zona minera vinculada a Parral, Chihuahua y a Durango, ambas también zonas mineras importantes durante la colonia y hasta el siglo 19.
De acuerdo a lo que informó Jorge Nuño, secretario de comunicaciones y transportes, la obra beneficiará a poco más de 900, 000 habitantes de la región de 560 comunidades de tres municipios.
Los datos anteriores muestran que Badiraguato está saliendo del hoyo de la pobreza y la falta de oportunidades económicas gracias al apoyo del presidente López Obrador.
Además, en el municipio existe fuerte pobreza educativa.
El autor del libro “Badiraguato, visión panorámica de su historia”, Héctor R. Olea, señala que “el pueblo de Badiraguato sueña…en que el estado o la federación resuelvan su problema educativo. Así lo exige una población escolar de 10,200 niños, de los cuales al terminar su primaria muy pocos, por falta de aulas, alcanzan inscripción en las únicas seis escuelas oficiales que hay en el municipio, que imparten enseñanza secundaria”. (1)
Olea señala que este problema se debe, entre otras, a la falta de recursos económicos, de maestros y a la “carencia de vías de comunicación en el medio rural”.
La combinación de pobreza y un fuerte rezago educativo ha marcado a los habitantes de Badiraguato durante décadas. No es una casualidad que la mayoría de sus más conocidos narcotraficantes tengan un bajo nivel de escolaridad que en algunos conocidos casos apenas llega a primaria.
En sus orígenes en la época colonial, Badiraguato fue un centro minero productor de oro y plata. Esa fue la base de su economía, pero al bajar la calidad de ambos minerales, se produjo su colapso. Todavía en 1928 existían en Badiraguato 36 minas en operación. (2)
Cabe decir, sin embargo, como lo documenta Héctor R. Olea, que Badiraguato tiene recursos mineros aún por aprovechar ya que solo se explotó el oro y la plata, dejándose de lado otros minerales como plomo, zinc, fierro, cobre, entre otros, que pueden ser aprovechados en la economía moderna. Así mismo, tiene zonas de potencial ganadero que se explotan a pequeña escala y también cuantiosos recursos forestales. (3)
Al finalizar el acto de inauguración, el presidente López Obrador dio un fuerte y sentido mensaje político sobre Badiraguato que tiene repercusión nacional e internacional, dijo:
“Antes de que yo termine con mi mandato voy regresar. Hay algunos que no les gusta que venga a Badiraguato, pero a mí me gusta, fíjense. Ahora sí que `mi gusto es´ ¿y saben por qué me gusta? No estoy de acuerdo con los estigmas, no estoy de acuerdo en que tachen a la gente de mala cuando toda la gente, todo el pueblo, es bueno”.
“Creo mucho en la bondad de nuestro pueblo, por eso voy a seguir viniendo porque me siento muy orgulloso de ser mexicano, de estar aquí en Sinaloa, y de estar en Badiraguato”.
En el presente escrito hemos dado algunos datos clave que explican porqué el presidente López Obrador visita con frecuencia Badiraguato. Ningún otro presidente de la república había. tenido la valentía y visión social para acudir a ese lugar y realizar una obra de gobierno que atendiera las causas sociales de actividades delictivas en la zona, apoyando a su población para que no se vea obligada a incurrir en ellas.
El análisis del caso de Badiraguato puede extenderse a otras zonas de Sinaloa, un estado que es una potencia agrícola y pesquera nacional, que no sustentan a los 3 millones de habitantes que tiene el estado, muchos de los cuales emigran hacia la frontera norte del país, a Estados Unidos o a Sonora por la falta de opciones de trabajo o de emprendimiento.
La elección de un gobierno del Partido MORENA puede cambiar el enfoque sobre la economía estatal, como sucede en Badiraguato. Esperamos que así sea.
Notas 1,2 y 3, ver “Badiraguato, visión panorámica de su historia”, pags. 85,86 y 88, de Héctor R. Olea. Edit. Ayuntamiento de Badiraguato y Dirección de investigación y fomento de cultura regional, 1988.