No mostramos musculo, mostramos cerebro y razón (frase citada en la marcha)
Por Héctor Rodríguez Méndez.
Lo del pasado domingo no fue una marcha. Fue el júbilo apoteósico de un pueblo que salió a refrendar su decisión de seguir construyendo su presente y su futuro. Es decir, su destino, por la vía de una democracia que en el día a día, vamos afianzando.
De alguna forma ese contingente cristaliza las aspiraciones de los miles de insurgentes que murieron en la independencia, las de los Chinacos que murieron en la guerra de Guerrillas, en la época de la Reforma, la de los grandes ejércitos campesinos que pelearon en la revolución y la de una legión de demócratas que alternativamente, lucharon hasta concretar en el año de 2018, el cambio tan anhelado.
No es poca cosa, en un país tan negado por el racismo, el clasismo, la pobreza y la desigualdad, la marcha de ayer reafirma y confirma que nuestra matriz civilizatoria india y mestiza, es más libertaria que el egoísmo de una clase política conservadora que, sucesivamente, se fue apoderando de la decisión, riqueza y recursos de todos, en cada etapa de nuestra historia,
La marcha de ayer nos señala el camino, refundamos nuestra nación y nuestra república, un movimiento social de largo alcance se ha gestado y cada vez se hace más consciente de sus propios mecanismos para actuar. Con ello asumimos nuestro poder y destino.
Alcanzar niveles sociales para una vida digna, donde los recursos públicos se destinen a ese fin, terminando con una clase política parasitaria y retrógrada que provenga del partido que sea, es el fin.
Ni un paso atrás ¡ Patria para todos ¡