Por Luis Antonio Urías de la Vega
Como asiduo participante activo que apoya esta 4Ta Transformación, me preocupa observar que en Morena se aceptaron a algunos nuevos adherentes que hicieron más daño que beneficio al partido. Lilly Téllez y Germán Martínez, son claro ejemplo de ello. Probablemente hubiera sido necesario que antes de ofrecerles un escaño, debieron participar un tiempo de una o dos campañas electorales, con su “supuesto” capital político a favor de cualquier otro candidato de Morena y así se ganarían la oportunidad en un tiempo electoral posterior.
Morena, como partido en el poder, sabe separar dos estrategias que, si bien son paralelas, caminan por rutas distintas, como es ser un partido competidor en campañas electorales y, al mismo tiempo, ser un partido en el ejercicio del gobierno. En estos tiempos, ya tiene 23 estados gobernados.
Por lo tanto, no debemos caer en solo visualizar la importancia de los tiempos electorales, y descuidar que los gobernantes electos hagan bien el trabajo por el tiempo por el que fueron elegidos por la ciudadanía y que lo hagan siguiendo celosamente la premisa de un gobierno emanado del Movimiento como es el No Mentir, No Robar, No Traicionar al Pueblo de México.
México es diverso. Los estados de la república que lo conforman tienen diversas condiciones sociales, culturales y económicas. Los gobiernos de Morena que llegaron al poder en 2021 apenas están resolviendo algunos de los problemas que heredaron de los anteriores los que no son fáciles ya que la mayoría de ellos gobernaba para los intereses de una élite y no para el conjunto de la sociedad, dejando tras de sí a la mayoría en el abandono y a la economía desarticulada e improductiva, a excepción de la inversión extranjera.
El reto que tienen ante sí los gobernadores es atender los problemas y, al mismo tiempo, avanzar en la reconstrucción de sus estados con cuadros capaces honestos y nuevas ideas y propuestas.
Por ello, se hace necesario la formación de una nueva clase política como lo señala el gobernador Alfonso Durazo. La tarea no es sencilla y lleva tiempo, pero lo problemas tocan a la puerta a veces desesperadamente.
En los próximos procesos electorales veremos la emergencia de una nueva camada de líderes políticos y sociales de la era de Claudia Sheinbaum, forjados en el ejemplo y el pensamiento del presidente López Obrador que a lo largo de estos años ha forjado un nuevo pensamiento político que denominó, acertadamente, “Humanismo Mexicano”.