Por Francisco Casanova
«Sentamos las bases de la Transformación», estableció el Presidente en su último informe.
Andrés Manuel López Obrador salió del Palacio Nacional de la mano de su esposa Beatriz Gutiérrez Muller, saludando a la gente, antes de subirse a un templete pintado de verde, blanco y rojo. Y dar inicio a su 6o informe de gobierno, ante un Zócalo completamente lleno de simpatizantes, mujeres y hombres que coreaban con cariño:
Presidente, Presidente, Presidente!
Y en uno de los momentos centrales de su discurso, al tocar el tema de la Reforma al Poder Judicial, AMLO preguntó a la gente: – Ustedes que prefieren…que a los Jueces y Ministros los elija el Presidente y el Senado, o los elija el Pueblo? -.
«El Pueblo», gritaron todos, tras una votación a mano alzada. Y sugirió: Que no olviden nuestros vecinos – norteamericanos – que la democracia en Estados Unidos empezó eligiendo a los Jueces. Y les recordó leer sobre los avances democráticos abordados por el filósofo Toqueville en sus narrativas literarias.
Y más adelante puntualizó López Obrador:
«En este sexenio sentamos las bases de la Transformación que necesitaba el país, separando al Poder económico del poder político» . Y agregó:
«Necesitamos continuar en la política con la construcción de una auténtica Democracia. No una simulación, sino una democracia para lograr el poder del Pueblo. Y, lo que quieren los conservadores, es el poder, pero sin el pueblo. Al carajo con eso», precisó.
Y aclaró : Ha quedado demostrado que se puede gobernar por el bien de todos, pero primero los pobres. Y que no se puede gobernar sin el apoyo del pueblo».
Y si en la oposición «no quieren al pueblo, van a tener que aprender a respetarlo, cuando menos», advirtió.
«Estoy por terminar mi mandato y quiero afirmar aquí en la principal Plaza de la República que me jubilo con la conciencia tranquila y me voy muy contento».
«Porque – señaló – pude reducir la pobreza y porque voy a entregar la banda presidencial a una mujer honesta y de buenos sentimientos y buen corazón, respetuosa de la democracia y la soberanía».
Y subrayó: «Mientras en los sexenios de Calderón y Peña Nieto cada mes se empobrecian 100 mil personas, en nuestro gobierno por el contrario, cada mes salen de la pobreza 100 mil mexicanos».
Y cada vez que en su discurso se refirió a Claudia Sheinbaum Pardo, el presidente AMLO exclamaba con entusiasmo: Presidenta, Presidenta, Presidenta!.
Además, «me voy con el orgullo de haber servido a un pueblo trabajador e inteligente y heredero de la dignidad de nuestros Héroes». Y mencionó a Benito Juárez, Francisco I Madero, Francisco Villa y Emiliano Zapata.
Es indudable que «avanzamos en la revolución de las conciencias y en el Humanismo Mexicano. Y por lo mucho que se logró ante el atraso de los gobiernos neoliberales, debemos seguir construyendo una patria nueva» .
En los logros científicos y económicos con los que se prepara el futuro, AMLO dijo: Se nacionalizó el Litio y se está desarrollando la tecnología para explotarlo, como parte importante del Plan Sonora de Energías Limpias. Y mencionó amistoso, el nombre del gobernador Alfonso Durazo, ahí presente.
En lo del Tren Maya impresionó cuando dijo que antes de irse quedaría completo todo el circuito.
Y reflexionó «ya no podemos desperdiciar la vida en cosas que no valgan la pena. La felicidad no consiste en la búsqueda del poder y el dinero. La felicidad es estar bien con el prójimo. Viva México. Viva México. Viva México!.
Y se retiró al Palacio Nacional, saludando a la gente, tomado siempre de la mano de su esposa, Beatriz.