Los mentideros y El Rey del cash: para no dejar pasar este mitote

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En los pueblos de la sierra de Sonora se le nombra “mentidero” a los espacios en los que las personas acostumbran, cada vez menos, a reunirse para platicar hazañas o historias que de boca en boca se trasmiten, sin mayor fianza que la palabra. Estas pláticas ponen color al día que pasó sin mayor escándalo y suelen ser muy bien narradas por los expositores.

El libro “el Rey del cash” de la periodista Elena Chávez no llega ni a “mentidero”.

Insegura, llena de contradicciones, con un relato sin orden, corregida por sus entrevistadores del Financiero Bloomberg y Aristegui Noticias, Elena Chávez exhibe como pruebas contra el proyecto de nación de la Cuarta Transformación, una sarta de frases panfletarias que la oposición repite a diario en voz de Chumel Torres, el tumba burros, Lilly Tellez, Xóchitl Gálvez, Rubén Albarrán y demás bustos parlantes de la TV comercial que ni leerán el mentado panfleto de más de 300 hojas.

La autora  compila dichos (suponiendo que lo son, y no fantasías). Pone a interactuar entre sus páginas a Guadalupe Acosta Naranjo, Anabel Hernández, Ricardo Pascoe Pierce, Fernando Belaunzarán, entre otras personalidades de la oposición. Parte de “mi verdad” y de “papelitos en los que fui anotando”  como prueba de su testimonio. Cuando le preguntan si se puede cuantificar el monto de los recursos en efectivo que recibió “el Rey del cash”, responde trémula: “de mi parte sería irresponsable decirte una cifra” !plop! contundentes pruebas de la periodista.

A mi juicio, lo verdaderamente sorprendente de todo esto, es la entrevista que Carmen Aristegui hace para este asunto. No recuerdo, al menos que Ustedes me corrijan, una entrevista tan baja como a la que se prestó Carmen Aristegui este pasado lunes.  Distinguí, como nunca, a una Carmen atribulada, sin convicción y dubitativa al momento de hacer las preguntas. Corrigió varias veces el rumbo de la entrevista por que la entrevistada, autora del libro, no podía hilar de manera coherente las ideas panfletarias.  Quizá mi inocencia o falta de capacidad analítica nunca se percató que Carmen Aristegui se prestara para este tipo de espectáculos. Lo cierto para mí, que a partir del inicio de las mañaneras desde Palacio Nacional, Aristegui ha dado tumbos y deambulado por las calles del bajo rating. Quizá es el motor que la incentiva a realizar estas actuaciones tan lamentables.


Autor: Martín Hernández Vega

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