Por José Arturo Rodríguez Obregón
Como pudimos darnos cuenta, el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República no tuvo mayores sorpresas. En efecto, aun cuando los dirigentes de los partidos de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN,PRI y PRD) y algunos columnistas de diversos medios pretendieron hacer creer a millones de electores que ese debate sería el recurso con el que Xóchitl Gálvez, su candidata, iniciaría un proceso ascendente en las preferencias del electorado que la colocaría muy cerca de Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PV), y quien mantiene una amplia ventaja en la contienda electoral, lo cierto es que las tendencias electorales se mantuvieron.
Pero, ¿son los debates un recurso que pueden llevar a un parteaguas en las campañas electorales?, ¿De haber tenido Xóchitl Gálvez una mejor participación en el primer debate, hubiera crecido su apoyo electoral a tal grado para quedar muy próxima a Claudia Sheinbaum, o incluso para desbancarla de la primera posición de las preferencias electorales?
Los debates sí pueden ser un recurso que cambie las tendencias electorales, siempre y cuando exista una condición indispensable que lo haga posible, como lo es un elevado nivel de competitividad entre los candidatos punteros, que sus apoyos electorales se encuentren muy próximos o cercanos, y esta condición no existe en el actual proceso electoral que vive el país, pues como lo muestran los resultados de todas las encuestas, desde el inicio de la campaña electoral Claudia Sheinbaum ha mantenido una ventaja superior al 20 % sobre Xóchitl Gálvez.
Otro factor importante que influye para que los debates tengan un efecto significativo en las tendencias electorales es el desempeño que tengan en ellos los candidatos. Así, si el nivel de competitividad es alto y el desempeño del candidato que ocupa la primera posición en las tendencias es muy deficiente, y el desempeño del candidato más próximo es aceptable, los debates incluso pueden tener el efecto de parteaguas en las tendencias electorales.
En el caso de la actual campaña electoral en el país, y como lo muestran los resultados de todas las encuestas, la amplia ventaja de Claudia Sheinbaum se ha mantenido durante todo el periodo de campaña, y en cuanto al desempeño que tuvieron en el primer debate, y como lo reconocieron diferentes analistas, fue Sheinbaum la que tuvo la mejor participación, por lo que el desempeño de las candidatas en el primer debate no afectó las tendencias.
En todo caso, como se puede ver en los resultados de la última encuesta de Mitofsky y El Economista (https://www.eleconomista.com.mx/politica/Se-amplia-la-ventaja-de-Claudia-Sheinbaum-20240423-0152.html), la competitividad se está generando entre Xóchitl Gálvez y Jorge Máynez, quienes ocupan la segunda y tercera posición en las preferencias electorales, respectivamente, pues la diferencia en los porcentajes de preferencia efectiva entre ellos se ha reducido, pasando de 28.5 % en la encuesta del mes pasado, a 19.9 % en la encuesta de este mes.
Como vemos, es prácticamente imposible que de aquí al 2 de junio se registre un parteaguas en la campaña y las tendencias electorales, y es que a fin de cuentas ni las campañas ni los debates electorales son ahistóricos; ambos son eventos de un proceso político de más larga duración en el que la ciudadanía, y la población en general, va valorando los resultados de sus gobernantes y obteniendo información relevante de las actuaciones en la vida política y pública de los candidatos y sus promotores, y que inevitablemente definen las tendencias electorales, y que con toda seguridad también serán determinantes para el resultado de la elección presidencial del próximo 2 de junio.