Por Martín Hernández de la Vega
Tuvimos un verano atípico: en junio se gastó poco en luz, pero julio y agosto fueron de los más calientes en la historia y afectó el salto de nivel tarifario a algunos sonorenses, pero la derecha ha hecho un escándalo a nivel nacional con eso.
Los PRIAN estaban privatizando CFE para acabar con los subsidios; los precios nunca bajaron.
Con la llegada de AMLO se empieza a rescatar la empresa, se mantiene el subsidio a regiones calurosas y los precios sólo se mueven con la inflación, como fue el compromiso.
Pero el problema, aunque lo exageren, debe atenderse:
La CFE debiera dar a conocer cuántos usuarios salieron afectados y en qué proporción; aclarar algún caso con cobro indebido y corregir; se requiere analizar opciones buscando la que más beneficie a más usuarios.
Por ejemplo:
A) ¿Recorrer el calendario de abril a noviembre?
B) ¿Modificar los niveles de consumos donde se considera el cambio tarifario?
C) ¿Aplicar en todo Sonora la tarifa 1F?
D) ¿Ofertar medidores de consumo acumulado del período para que la gente controle los kwh para evitar el salto tarifario? y así, algunas otras que surjan.
Lo que no se vale es que los mismos que privatizaron la CFE anden ahora de redentores «populares» atacando a la empresa pública. En su caso digan qué inversionista estaría dispuesto a subsidiar el consumo a la mitad, sólo porque hace calor.
En el modelo neoliberal que añoran, era a mayor demanda sube el precio, así se triplicó en España el año pasado.
P.D: Al señor ese de los restaurantes que dice que no es subsidio sino un derecho, lo retamos a que, pasando septiembre, baje los precios de sus platillos a la mitad, pues ya no pagará tanta luz. ¿Cómo ven?