Por Julián A. Sánchez
Dado que la oposición mexicana está conformada por quienes defienden el viejo régimen, los desacreditados, corruptos y malafamados PRI y PAN, es la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que ha entrado al quite para oponerse a la Cuarta Transformación.
Y es correspondida, pues la 4T tiene claro que el «Plan C» es justo para cambiar las reglas de la justicia mexicana y que en vez de estar al servicio de unos pocos, los jueces y magistrados sean electos por el pueblo para que se deban a la gente y no a los grandes capitales.
La SCJN ha sido la principal barrera para los proyectos que emprende el gobierno de AMLO: se opusieron y ampararon a los quejosos contra el AIFA, el Tren Maya, Dos Bocas, etc.; ha pasado sobre el Poder Legislativo pues algunas reformas que apueba las considera inconstitucionales.
En el contexto de la elección para el 2 de junio han quedado bien exhibidos por la denuncia, anónima y expedita, contra el exministro Zaldívar, así como la intención de prohibir la prisión preventiva oficiosa que establece la Constitución. Con ello liberarán a más de 60,000 delincuentes de alto riesgo, y seguro luego continuarán argumentando que hay mucha violencia.
Desafortunado momento en que la Corte toma partido por el viejo régimen y se opone con todo a la Transformación.
Por fortuna el pueblo ya los ubica y los po