Por María C. Valle
Con la llegada de la primera mujer a la presidencia del INE; la primera en ser elegida por insaculación y no por acuerdo de las élites; la primera presidenta formada profesionalmente en el quehacer del propio INE y la primera en hablar de los altos costos del sistema electoral mexicano (el más caro en el mundo), podría decirse que EL INE SÍ SE TOCA.
Ante la negativa de los partidos de hacer cambios estructurales en el Instituto, e incluso ante la intención de apertrecharse en éste como bastión militante de la oposición, el proceso de transformación de la vida pública llega finalmente al INE y lo «toca» de manera suave, responsable, pero profunda.
Termina así una era para este organismo que desde sus orígenes fue tomado por una casta dorada, que terminó exhibiéndose con Lorenzo Córdoba y Claudio X. González como militantes y paladines defensores de sus propios privilegios.
La beligerancia del árbitro tomando partido contra unos y convirtiéndose en defensor absurdo de otros, es algo que nunca debe volver a pasar.
Confiemos en que con la nueva situación eso se acabe y el árbitro electoral vuelva a ser árbitro electoral.