Por Jesús Antonio Ceceña Guevara
A lo largo de estos casi seis años de gobierno, López Obrador ha manifestado en las conferencias mañaneras, ya sea con experiencias propias o eventos históricos a los que suele recurrir, en la importancia de la autoridad moral y las convicciones éticas que debe caracterizar a un gobierno y todo servidor público que busque el bienestar social.
Tratando de sintetizar algunas de sus ideas expresadas llegué a anotar lo que podría ser un decálogo para todo servidor público o representante popular.
A continuación, presento el decálogo del servidor público y representante popular:
1. Transparenta tus acciones.
2. No te aferres al poder.
3. Privilegia el diálogo; no impongas tu decisión.
4. No codicies para ti el presupuesto público.
5. Tu actuar se debe basar en principios humanísticos.
6. Atiende a todos los ciudadanos como iguales, sin distinción ni preferencia.
7. Desempeña tu labor con efectividad y diligencia.
8. No uses el nombre del pueblo para provecho propio.
9. Respeta el Estado de Derecho.
10. Si las leyes son injustas lucha porque sean cambiadas.
Cabe aclarar que lo anterior es un ejercicio y bien puede ser corregido y ampliado, pero es necesario que todo aquel que crea en la Transformación profese la Revolución de las Conciencias.