Por Jorge Gómez Naredo, en X
En 2012, el PRI y sus aliados tuvieron una sobrerrepresentación del 9.2%. En 2015, del 12.2%.
En ese tiempo, los hoy partidos de oposición no dijeron ni una sola palabra, porque la ley que lo permitía fue impulsada y votada por ellos.
En esos tiempos pensaban que siempre iban a ganar, y por eso montaron esa ley.
Pero ahora que Morena y sus aliados –quienes ganaron con más del 54% de los votos–, tendrán sobrerrepresentación, gritan que eso es ilegal, que está mal y que es fraudulento.
Son unos cínicos: cuando ellos tenían sobrerrepresentación, no protestaban ni decían nada ni criticaban ni hablaban de actos ilegales ni afirmaban que la composición del Poder Legislativo no «reflejaba» lo que había expresado en las urnas, pero ahora que es Morena y aliados quien tendrá sobrerrepresentación, gritan, braman y explotan.
Deberían dejar de ser cínicos y aceptar lo que es claro: perdieron porque la gente no los quiere, porque la gente no confía en ellos y porque la gente decidió darle la mayoría calificada a Morena y sus aliados para aprobar las reformas constitucionales que el país necesita.
En lugar de estar protestando, deberían enfocarse en entender por qué perdieron.
Por cierto, si el PRIAN hubiera aprobado la reforma electoral que AMLO propuso en 2022, la sobrerrepresentación se hubiera acabado. Pero no quisieron y en lugar de apoyar esa reforma, decidieron montar una huelga legislativa.