Por Juan I. Ramírez
Oligarquía: Poder en manos de unos cuantos, poder de los potentados. El poder económico manejando el poder político. Eso pasó en México, también en Sonora, con el neoliberalismo y la simulada alternancia prianista.
Los dos partidos defendiendo lo mismo con diferentes personeros de la oligarquía, y el pueblo sólo convidado a una farsa cada tres años donde con mucho dinero se presentaban dos opciones: O Coca-Cola o Pepsi Cola, o PRI o PAN.
Apellidos rimbombantes de familias de abolengo eran los que gobernaban y daban limosna al pueblo para consolarlo y volverlo a engañar cada 3 años, y eso era aceptado por la gente que sólo recibía dádivas de los poderosos. Era un gobierno de unos cuantos, sólo de ellos y para ellos.
Con la llegada de la Cuarta Transformación y gente del pueblo –muchos de ellos provenientes de la lucha social– a los distintos niveles de gobierno, se abre la posibilidad de salir de esa oligarquía con fachada democrática y que el gobierno sea del pueblo y para el pueblo; que esté al servicio de la gente, de la sociedad.
Esto apenas inicia y esperemos que cada vez se consolide más, pero todo depende del pueblo, de que participe y defienda la Transformación del país.
¡Sí se puede!