Por Juan I. Ramírez
La gran transformación que se da en muchos ámbitos de la vida nacional, con el gobierno de AMLO, ha reducido a las fuerzas conservadoras a despotricar diariamente en todos sus medios, y machaconamente insistir en que es «lo peor que nos ha pasado».
Ello no se corresponde con la percepción de cambio y esperanza que tienen la mayoría de los mexicanos.
Ante el proceso sucesorio han dado bandazos creando agrupaciones y frentes, candidatos a granel, pero nunca un mínimo programa.
Así, de la manga, Claudio X saca la carta que creen puede ser la clave: alguien que parezca que defiende las causas de la 4T, que aparentemente sea humilde (aunque viva en Las Lomas) y que venga «de abajo».
La apuesta es a que así podrían lograr un 34% en el Congreso para evitar el Plan C del movimiento obradorista. El plan C consiste en ganar la mayoría calificada en el Congreso para hacer reformas, sobre todo la del Poder Judicial.
La derecha sabe que por la presidencia no tienen posibilidades.
Es una apuesta arriesgada estratégicamente, pues al intentar mimetizar con la transformación perderán identidad ideológica y se debilitará el discurso conservador.
La candidata de la mafia del poder, la que siempre ha estado del lado del Prian, debe ser exhibida como tal y que la gente del pueblo no caiga en esta nueva simulación y engaño de los conservadores.