Por Juan I. Ramírez
Poder Judicial podrido, el título de esta columna se puede escribir en cualquier día de los últimos 60 años.
Los intereses económicos y políticos del viejo régimen han hecho del Poder Judicial un reducto del influyentismo y el conservadurismo.
Ahora en la Cuarta Transformación se han convertido en la principal barrera para que avancen los proyectos de AMLO; a la vez que bloquean a la 4T liberan a cada desalmado o desalmada que ya ni nos sorprende.
Dos muestras de esta semana: Alguien sorprendido con cocaína fue liberado pues no se le encontró una balanza, lo cual hace suponer que entonces no andaba vendiendo tal droga. Y también se liberó a quien portaba cinco armas, pues la PGR había dicho que portaba más de cinco armas; luego, si sólo eran cinco, no hay ningún delito. Fíjate nomás.
Por eso es importante que el Poder Judicial se ponga al servicio del pueblo y, como lo plantea Andrés Manuel López Obrador, ganemos el Plan C y que se pueda modificar la Constitución para que los magistrados sean electos por todos.
Es cierto que hay el riesgo de que el pueblo se equivoque y uno o dos magistrados salgan trampitas, pero ahorita, sin la participación del pueblo, la gran mayoría están del lado del viejo régimen y de la corrupción.
El pueblo tiene la palabra.