7 de diciembre de 2022.- Por «incapacidad moral», el Congreso de Perú aprobó este miércoles la vacancia del presidente Pedro Castillo, posterior a que el Presidente peruano declarara la disolución del parlamento, en medio de la crisis política del país.
La vicepresidenta de la República, Dina Boluarte, quedará al frente del Ejecutivo, luego que el parlamento le tomó juramento.
Este fue el tercer proceso de este tipo al que se sometía el presidente, que ya sorteó un primer pedido de destitución en diciembre de 2021, cuando la moción no fue admitida a trámite, y un segundo proceso en marzo pasado, con pocos votos a favor.
La renuncia aprobada por el parlamento de Perú se produce cuando horas antes el mandatario Castillo anunció la disolución del Congreso y la instauración de un Gobierno de emergencia.
Sin embargo, la medida aceleró la crisis política entre Castillo y el Congreso, después de que generó una división entre la clase política, las fuerzas de seguridad y otros entes, que la rechazaron, y el pueblo que apoyaba el decreto del mandatario.
Jorge Paredes, ex candidato a la Vicepresidencia del Perú, líder social y simpatizante del ahora ex presidente Pedro Castillo comentó: “no buscó a los líderes del pueblo para que unieran fuerza… para promover cambios en el Banco Central de Reservas, institución en manos de los Oligarcas de todo el tiempo, además de que no empujo el proceso de un nuevo constituyente lo que hizo que se quedara a merced de la oligarquía”, además comentó, “cerró el congreso sin tener una estrategia mínima, ni se rodeó de simpatizantes o militares que le dieran el apoyo, y lamentablemente será sentenciado por un sistema que hemos rechazado, un sistema neoliberal a ultranza que se ha aplicado en el país en los últimos 30 años” .
Sobre Dina Boluarte comentó que ya se entregó a las manos de los neoliberales y que Keiko Fujimori le ha brindado todo su respaldo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó mediante twitter:“Es un principio fundamental de nuestra política exterior la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. A eso nos ceñimos en el caso de lo sucedido en Perú. Sin embargo, consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución con el sui géneris precepto de «incapacidad moral». Ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio del pueblo”.