La cocaína, droga altamente adictiva elaborada con hojas de la planta de coca, es un fuerte estimulante que crea rápida dependencia y síndrome de abstinencia, características que inducen la violencia desde el grupo familiar hasta el conjunto de la sociedad, explicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, en La Mañanera de hoy.
Además de los daños severos a la salud, dijo, esta sustancia genera graves perjuicios sociales, como el involucramiento con el crimen, el bajo rendimiento y el abandono escolar, además del rompimiento de lazos familiares.
En conferencia de prensa matutina con el presidente Andrés Manuel López Obrador expuso que “la persona que es adicta, tiene tal avidez, tal necesidad de utilizar la droga que puede estar involucrada en el crimen sencillamente por el deseo de consumirla. (…) La enorme cantidad de personas que trabajan en cierta manera forzadas en el proceso del crimen organizado para producir, distribuir o vender esta droga, se encuentran explotadas”
El subsecretario López-Gatell Ramírez explicó que la cocaína se vende en la calle como un polvo blanco fino y cristalizado; se le conoce como Perico, Blanca Nieve, Doña Blanca, Caspa de Diablo, Cebollitas, Grapas, Líneas, Rayas y Puntos. El crack es la presentación más convencional de venta que tiene aspecto de piedra, que posteriormente calientan y fuman.
Detalló los daños a la salud, que dependen de la forma de consumo:
• Inhalada: pérdida del olfato, hemorragias nasales, nariz con goteo frecuente y problemas para tragar.
• Fumada: Tos, asma, dificultad para respirar y mayor riesgo de padecer enfermedades como la neumonía.
• Intravenosa: Riesgo de contraer el VIH, hepatitis C y otras enfermedades transmitidas por sangre; infecciones de la piel y colapso de las venas.
• En encías: Deterioro del intestino debido a la reducción del flujo de sangre.
La exposición a entornos con armas de fuego, un hogar con violencia entre padre y madre, excesivo consumo de alcohol en el seno familiar o social y relacionarse con grupo de amistades que ya consumen cocaína, son factores de riesgo para iniciar la adicción a la cocaína.
El funcionario sostuvo que se puede prevenir el acercamiento a esta u otras sustancias si las y los jóvenes —en particular de los 12 a los 14 años— tienen un vínculo familiar estrecho, de empatía, amistad y afecto, en el que sus padres o tutores estén pendientes de los lugares frecuentes, amistades y actividades fuera de la escuela.
Los estilos de vida saludables alejan a jóvenes de las conductas de riesgo y contribuyen al bienestar a partir de la realización de actividades físicas, deportivas, culturales, artísticas y sociales, enfatizó.
“Si nos descuidamos, si no atendemos las causas, si no informamos, se convierte en pandemia el consumo de drogas y es terrible, entonces es mejor prevenir, fortalecer valores, transmitir información a las familias, atender a los jóvenes y, desde luego, informar sobre el daño terrible que causan las drogas”, abonó el jefe del Ejecutivo.