Aguas con Marcelo

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Por José Luis Jara

Marcelo Ebrard está escribiendo una historia que ya conocíamos. Las estrategias de desestabilizar el proceso de elección del coordinador o coordinadora de la 4T se parecen mucho a la estrategia que aplicó Manuel Camacho Solís. El objetivo actual de Ebrard es reventar la elección de Claudia Sheinbaum, como Camacho pretendió reventar la candidatura de Luis Donaldo Colosio en 1993.

El objetivo no es cualquier cosa porque se pretende, digo y recalco la frase “se pretende”, desquiciar el proceso en la que Claudia resultó ampliamente triunfadora.

En, 1993 año Camacho dijo falsamente que no buscaría candidaturas en la actual contienda cuando Colosio fue designado candidato por Carlos Salinas.

El caso que nos puede dar un indicio de lo que puede pasar en la actualidad, es ver si se coincide ahora, con la manera en que Salinas actuó ante la inminente ruptura con Camacho.

En aquel tiempo se le dio hilo al papalote. A Camacho lo designaron comisionado presidencial para la paz, debido al levantamiento zapatista en Chiapas. Fue un papel que le sirvió para postularse como un buen negociador y arrebatarle los escenarios políticos al candidato presidencial.

Hasta ahora, Claudia Scheinabum se han portado amable con Marcelo. Le ha dado mensajes de que las puertas siguen abiertas. El presidente ha ido más allá. Además de abrirle las puertas, lo ha proyectado como un excelente servidor público, que le ayudó mucho en la Secretaría de Relaciones Exteriores y otras anécdotas con que lo ilustra en las mañaneras.

¿Sin embargo, se podría interpretar que a Marcelo le están dando hilo para que vuele su papalote?

El mismo líder de Morena, dijo que recomendó a la comisión de estatutos que atiendan bien la petición de Marcelo.

Todo indica que Marcelo Ebrard quiere reventar la candidatura de Sheinbaum como Camacho quiso reventar a Colosio.

Ya anunció que realizará una gira por el país para integrar un movimiento progresista, pero los entretelones de este escenario, se esconde la intención de viajar al mismo tiempo que Claudia para hacer una campaña de desprestigio contra la coordinadora de la alianza basado en el uso de recursos públicos para su promoción política.

Será una batalla campal, basada en la grilla vulgar contra Claudia que será aprovechada por los medios informativos de los conservadores para desprestigiar sin misericordia al presidente López Obrador y su candidata.

Claro, la utilizarán para impulsar a Xóchitl Gálvez como una alternativa presidencial o, por lo menos, asegurar algunos curules en el poder legislativo.

Pero Marcelo ya dijo que su nombre aparecerá en la boleta, como quería Camacho.

Pero el teatro de Marcelo ya empezó a rasgarse. Los encuestadores que contrató la alianza de Morena, PT, Verde Ecologista, empezaron a hablar para defender su prestigio. Camacho los acuso de tener responsabilidad en las irregularidades y ellos salieron en su defensa.

Por ejemplo, el director de la encuestadora De las Heras Nemotecnia, Rodrigo Galván dijo directamente que Marcelo Ebrard tenía la firme intención de reventar el proceso desde el día uno, pues siempre se mostraron hostiles con las personas encargadas de realizar las encuestas. “Yo estuve todos los días de 7 de la mañana a 7 de la noche soportando ataques del equipo de Marcelo. Él sabía que la encuesta no la iba a ganar”.

En entrevista con el programa de Los Periodistas, en You Tube, habla de la denuncia que hizo Ebrard en el sentido de que su gente fue reprimida por la policía. Rodrigo Galván detalló que los integrantes del equipo de Marcelo Ebrard abandonaron el salón del WTC a los 20 minutos de haber iniciado el conteo de las tendencias luego de percatarse de que su aspirante tenía una clara desventaja ante Claudia Sheinbaum, aun cuando el acuerdo había sido permanecer dentro del lugar hasta que culminara todo.

Abundó: “A los 20 minutos de que estábamos allá adentro, estos señores se pararon y se salieron del salón, ellos sí estaban adentro del salón y se salieron. A Malú (Mícher, representante de Marcelo Ebrard) no la dejaron entrar porque no dejaron entrar a nadie más que a las cinco personas que habían puesto para revisar las urnas.

El miércoles pasado el propio Marcelo Ebrard y la Senadora Malú Micher afirmaron que se les impidió el paso al salón donde se realizaba el recuento de las boletas a los miembros del equipo el excanciller. Inclusive acusaron que fueron agredidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, algo que desde un inicio fue negado por Durazo y por los notarios presentes en el WTC.

Después de un silencio que guardó, para consultar a sus bases. Marcelo habló claramente. Dijo que va a iniciar una gira nacional, al mismo tiempo que la gira de Claudia. Evadiendo su responsabilidad, dijo, que esperará a que Morena decida sobre la queja que interpuso por el proceso interno para decidir si se va o se queda en Morena. Pero mientras, según indicó, fortalecerá un movimiento nacional.

Marcelo ya está definido. Mantiene una postura radical de reventar el proceso en que ganó Claudia Sheinbaum. Si no le resulta eso, seguramente integrará un movimiento progresista, como Camacho quiso formar un partido de Centro democrático.

Después de la fiebre electoral del año próximo, Camacho empezará a sentir el viento de desprecio que ya empezó a cosechar. Y quedará como Camacho, como si lo hubiera chupado la bruja.

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