Por José Arturo Rodríguez Obregón
Dentro de algunas semanas habremos de tomar una decisión política trascendental para el futuro del país y de millones de familias mexicanas.
El próximo 2 de junio, en la selección que hagamos de partidos políticos y candidatos, también estaremos decidiendo sobre un proyecto para el país, sobre un modelo económico, político y social que marcará el rumbo para los próximos seis años. En la papeleta electoral tendremos dos opciones para decidir. Una de ellas representa la continuidad y consolidación del proyecto que el presidente Andrés Manuel López Obrados viene impulsando desde el inicio de su gobierno; la otra opción es la de regresión al modelo de corrupción y privilegios para una minoría de políticos y empresarios.
Para las dos opciones tenemos suficiente evidencia a considerar para tomar la decisión en las urnas:
1. El proyecto de la continuidad. El proyecto de Morena, PT y PV, agrupados en la coalición
Sigamos Haciendo Historia, y con Claudia Sheinbaum como su candidata presidencial, es un proyecto para la continuidad y consolidación de un proyecto que en los cinco años del actual gobierno en los que se han construido sus bases legales e institucionales, ha logrado una transformación económica, política y social importante, que a diferencia del anterior modelo neoliberal de desarrollo que impusieron los gobiernos priistas y panistas, ha resultado en un progresivo bienestar de las mayorías.
Algunas de las principales evidencias de sus resultados son:
– Reducción de la pobreza. De acuerdo con datos de CONEVAL, del año 2018 al año 2022, la población en pobreza bajó de 51.9 millones a 46.8 millones. En términos porcentuales, en esos cuatro años, aun con el enorme daño que había generado la pandemia de coronavirus en la economía del país, el porcentaje de población en situación de pobreza se redujo del 41.9 % al 36.3 %.
– En ese mismo periodo también disminuyó la brecha de la desigualdad, pues como lo muestran los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, los deciles que agrupan a los hogares más pobres son los que registraron los principales incrementos de ingresos en el periodo. Así por ejemplo en los dos primeros deciles, el I y el II, en los que están los hogares más pobres, el ingreso corriente promedio de esos hogares se incrementó en 19.9 % y 13.5 %, respectivamente.
– Se incluyeron en la Constitución Política el derecho a la salud, así como los programas sociales de apoyo económico para los adultos mayores y para personas con discapacidad, y las becas para estudiantes del sistema de educación pública, garantizándose los recursos financieros para su cumplimiento.
– Incremento constante y significativo del salario mínimo, mejorando así el poder adquisitivo de millones de trabajadoras y trabajadores.
– En lo económico, hay un reconocimiento nacional e internacional por el manejo responsable de las principales variables macroeconómicas, que entre otros efectos positivos han incrementado las inversiones productivas para el desarrollo económico y social.
– Grandes obras de infraestructura pública, como el tren maya, que además de generar miles de empleos en su construcción, se ha convertido ya en un factor de desarrollo económico y social en el sureste del país, región que fue desatendida por los gobiernos anteriores.
2. El proyecto de la regresión. Si bien es cierto la coalición Fuerza y Corazón por México, de los partidos PAN, PRI y PRD, con Xóchitl Gálvez como su candidata a la presidencia, no ha planteado públicamente su proyecto, algo comprensible si consideramos que de hacerlo en lugar de sumarle le restaría votos, hay evidencias de que su proyecto es reconstruir el modelo neoliberal y corrupto con el que gobernaron, y que lejos de priorizar el bienestar colectivo y el interés público, benefició los intereses ambiciosos de una minoría de empresarios y políticos rapaces que acumularon grandes riquezas. Entre esas evidencias están:
– Votos en contra y abstenciones de los diputados panistas para la inclusión en la Constitución Política de los programas sociales para los adultos mayores y para personas con discapacidad, y de las becas para estudiantes de instituciones públicas.
– Diputados del PAN, del PRI, del PRD, y de MC votaron en contra de la extinción de trece fideicomisos del Poder Judicial que acumulaban más de catorce mil millones de pesos, recurso que se destinaban a proporcionar privilegios y lujos a las altas esferas y mandos medios de sus diversas instancias (Suprema Corte de Justicia, Consejo de la Judicatura Federal y Tribunal Electoral).
– PAN, PRI y PRD manifestaron su rechazo a la reducción al paquete de reformas constitucionales que el presidente envío al Congreso de la Unión el pasado mes de febrero, y en las cuales propone la reducción del 50 por ciento en el financiamiento a los partidos políticos.
Con estas evidencias queda claro que ni siquiera las escasas propuestas de la Coalición Fuerza y Corazón por México, y de su candidata Xóchitl Gálvez, tienen un fundamento que les aporte credibilidad. Cómo creerles que tienen un interés social genuino con sus propuestas de una beca para todos los estudiantes de los niveles básico y media superior del país de escuelas públicas y privadas?, de una pensión para adultos mayores desde los 60 años?, de un apoyo de cinco mil pesos mensuales a mujeres que viven en una situación complicada y difícil?, cuando en todas las oportunidades que tuvieron para favorecer con más recursos financieros los programas para esos grupos sociales, como fue el caso de la extinción de los fideicomisos de miles de millones de pesos del poder judicial y de la propuesta de reducir el financiamiento público a los partidos políticos, se opusieron o votaron en contra.
Las evidencias de la Coalición Fuerza y Corazón por México nos demuestran que su campaña, en esencia, es una campaña electorera, con el único objetivo de recuperar algunos de los millones de votos que perdieron con su modelo corrupto y neoliberal, y que intentarán reconstruir cuando tenga la primera oportunidad. Afortunadamente, como lo indican los resultados de todos los estudios de preferencias electorales, el 2 de junio no tendrá esa oportunidad, pues es seguro que la ciudadanía seguirá considerando esas evidencias hasta el día de la jornada electoral.
Para el 2 de junio pues, tenemos suficientes evidencias para tomar la decisión que nos permita seguir avanzando hacia un país con libertad y con oportunidades para todos.