A propósito de marzo…

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Por Maya Hadid

El pasado 8 de marzo, mujeres de todo el mundo salieron a las calles, como cada año, a marchar recordando solemnemente las luchas feministas que se han desarrollado a lo largo de la historia por la igualdad de derechos y el empoderamiento femenino.

Pero ¿cómo definir al feminismo o su origen?

Cuando nos hacemos esta pregunta, podemos citar a un sinfín de activistas, sin embargo, hoy respetuosamente mencionaré a Rosa Luxemburgo, polaca que luchaba a inicios del siglo XX y que afirmaba: “Quien es feminista y no es de izquierda, carece de estrategia. Quien es de izquierda y no es feminista, carece de profundidad”.

Luxemburgo, considerada la fundadora del socialismo demócrata, era marxista pacifista y opositora de la Segunda Guerra Mundial, su lucha se resumía en la frase: “Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.

Entonces ¿el feminismo es de izquierda?

El feminismo no es exclusivamente para las mujeres con una ideología política de izquierda, sin embargo, considero que la inmensa mayoría de todas estas oleadas del movimiento, sí nacieron con los cuestionamientos de féminas intelectuales progresistas que se encontraban inconformes con los dogmas y la imposición de las ideas a las que se apegaba el conservadurismo, situación que permitió que el feminismo se identificara con los principios de la izquierda, que asumía que la humanidad podía emanciparse a través de la razón.

Hoy, a casi 200 años del origen de estas protestas por la liberación femenina y a 34 años de que se haya elegido a la primera presidenta mujer en América Latina, enorgullece saber que en México hemos alcanzado este momento que será sin duda un parteaguas en la forma de hacer política en este país, al tener como candidata a la presidencia de la República a una mujer íntegra, consciente y digna representante de cada una de las luchas de toda mujer y que, además, ha dejado de manifiesto en su campaña, que indudablemente es una aliada del género, afirmando que al llegar ella, llegamos todas, mujeres transformadoras. Sin embargo, no debemos bajar la guardia con la simulación del conservadurismo que siempre ha imitado la lucha por las causas justas sólo con el fin de ganar simpatizantes.

El tiempo de nuestro país, es tiempo de mujeres y no sólo en el ámbito nacional, también en lo local debemos impulsarnos unas a otras, porque en este tren vamos juntas, en este tren vamos todas.

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