Por Juan I. Ramírez
Imaginen un gobierno que ante el despertar de una generación, asesina a cientos de estudiantes que protestan; eso sucedió el 2 de Octubre de 1968. Muchos sobrevivientes fueron encarcelados y cuando en junio de 1971 los jóvenes quisieron regresar a las calles para exigir la libertad, fueron reprimidos de nuevo.
Así siguió esa década de los setentas con represión para la juventud en muchos rincones del país. Sucedió en Sonora en 1973, y cuando en 1991 los estudiantes se opusieron al cobro de cuotas impuestos por el entonces gobernador Beltrones –quien detuvo y encarceló a los líderes del movimiento.
La llamada alternancia con el PRIAN, trajo lo mismo: represión a los estudiantes de Oaxaca y a los campesinos de Atenco.
Finalmente, la alianza gobernante del PRIAN asesinó a 43 jóvenes estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Hasta ahí la represión de la juventud.
Hoy que hay un gobierno respetuoso de los movimientos sociales y de los jóvenes, abusando de la libertad llegan hasta a tumbar burdamente la puerta de Palacio, en pleno contexto electoral; esto es utilizado por la derecha prianista que quiere regresar a los tiempos del poder para unos cuantos, a los tiempos de la represión a los movimientos sociales.
Pero esto ya cambió: el pueblo está avispado, se da cuenta de sus intenciones y los volverá a poner en el basurero de la historia.