Por Susan Chico Smith
Lo que antes nos parecía imposible a los mexicanos, acostumbrados a creer que los servicios de salud para ser de calidad, tenían que ser privados, subrogados, o se tenía que pertenecer a alguna institución como asalariado, ahora vemos cómo de letra muerta escrita en la Constitución Política como un derecho, se convirtió en una realidad.
En México, de un universo de 66. 4 millones de personas que no tienen Seguro Social (IMSS), se atenderán a 52.2 millones de personas, (un 80.12 %) a través del Sistema de Salud, quienes tendrán acceso a atención médica general y de especialidad, a exámenes médicos, a intervenciones quirúrgicas y a medicamentos de manera completamente gratuita.
Con el gobierno del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador y con la suma de 23 gobernadores, encabezados por el Gobernador de Sonora Alfonso Durazo Montaño, se firmó recientemente el acuerdo para garantizar el derecho a la salud, con una inversión pública sin precedentes dirigida a mejorar todas las instalaciones médicas, equipo, personal médico y medicamentos.
Cuántas veces exsecretarios de salud se quebraban la cabeza intentando encontrar la fórmula para incorporar a millones de mexicanos a los servicios médicos. Se crearon organismos de salud paralelos en los que la atención médica se limitaba a la consulta externa y sin medicamentos de forma gratuita. En muchos casos, sí había intervenciones quirúrgicas, pero previo estudio socio económico para pagar a plazos por las familias, más la compra de medicamentos en una farmacia privada….
Para la población, el cuidado de la salud representaba un gasto catastrófico que desestabilizaba a la familia entera. Ahora, resulta asombroso observar cómo la población asiste a centros de salud, cómo llegan a urgencias, cómo son asistidos por especialistas e intervenidos quirúrgicamente sin desembolsar un solo centavo ni pagar estudios médicos.
En Sonora, en el nuevo Hospital de Especialidades, hemos sido testigos del trato profesional del personal médico y de enfermería que en forma colegiada atiende a los enfermos. Sólo los dan de alta cuando verdaderamente superan los riesgos de salud y existe un seguimiento a través de los médicos internistas. Como en todo, sólo falta un giro de tuercas para lograr la perfección: el tomar en cuenta la retroalimentación que proporcionen observadores, médicos y pacientes para lograr la mejora en todo el proceso de atención.
Visto por el Presidente de México y por millones de mexicanos, la salud era una asignatura pendiente, a la que se ha puesto especial atención en este gobierno transformador.
En el tintero, quedan aún varios retos: brindar esa misma calidad del servicio médico en el IMSS, ISSSTE e ISSSTESON, que, de cualquier forma, también registran avances.
M.C. Susan Chico Smith