Ese gallo quiere maiz

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Por José Luis Jara

En la vagancia periodística se sabe muy bien cuando una campaña o nota informativa es muy, pero muy chayotera
Esas notas o campañas suelen ser muy bravuconas, irreverentes ante la autoridad, donde sus tanates nada más truenan e insultan a diestra y siniestra. Arremeten contra la gente o autoridad porque sus chicharrones truenan. En otras palabras, resultan notas o campañas mediocres, que sólo exponen el tamaño del miedo del que las promueve.

Y a qué viene todo esto, han de preguntar. Y para tratar de ser claros quiero poner el ejemplo de la última campaña que traen la horda de opositores conservadores, que se han llevado entre las patas a organizaciones y políticos que en un tiempo se dijeron de izquierda pero que ahora resultan barbajanes que están al servicio de la oligarquía.

Me refiero a la campaña que traen el frente conservador contra los libros de texto gratuito. Y bajo esta campaña, se muestra sin decoro alguno el tal don Ricardo Salinas Pliego.

El beneficiado de Carlos de salinas de Gortari, sí, el que prácticamente le regalo lo que ahora es tv Azteca, se ha colgado de esta bandera y ha utilizado su cuenta de twitter y su canal de televisión para despotricar contra los libros de primaria, que el gobierno, éste y los anteriores, han entregado gratuitamente a alumnos de este nivel.

El minúsculo señor, eso sí, con mucho dinero, bajo la cobija que él está a favor de la familia, se manifiesta en contra del supuesto rencor social, de incentivar el odio a través de la lucha de clases. E insulta a los líderes de la cuarta transformación que impulsaron la nueva edición de los libros de textos. Los llama pendejos, mordiéndose la lengua viperina. Les echa de la madre, como si él tuviera. Pudiera seguir transcribiendo la mediocridad de este señor, pero no vale la pena irse con la finta.

No vale la pena seguirle el rollo, que se repite en los noticieros principales de esta empresa, porque, como les dije al principio, una nota o campaña, como la que encabeza este conservador mantenido por el Fobaproa, es una campaña que busca chayote.
Como diría el jefe de esta banda de ladrones, don Porfirio Díaz, este gallo quiere maíz.

¿Y porque lo digo?
Mire usted lo que encontré en el mundo informativo. De acuerdo con información del presidente López Obrador en la mañanera del último día de julio, el dueño de TV Azteca y Elektra tiene un litigio pendiente con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), EN LOS JUZGADOS DEL Poder Judicial, sobre un adeudo de hasta 18 mil millones de pesos.

Además, AMLO aseguró que una vez que el Poder Judicial resuelva el caso, el empresario deberá pagar el total del monto solicitado y que, de no hacerlo, o de condonarse de manera indebida, no se quedarán callados.

Pero la cosa no para ahí. Y uno se pregunta, ¿pues de cuánto será la deuda de Salinas Pliego con el SAT, como para que se ponga tan histérico en su campaña contra la 4 T?
Pues mire, de acuerdo con información periodística, hasta diciembre de 2022, las empresas de este magnate de papel, tiene un adeudo de cerca de 32 mil millones de pesos ante el SAT. Según los informes periodísticos, la cantidad exacta es de 31 mil 385 millones de pesos por irregularidades fiscales detectadas entre 2006 y 2013.

Y se tratarían de 8 juicios fiscales sin resolver
Teniendo esta información del señor Salinas, ya podemos entender el motivo de sus campañas histéricas y permanentes contra López Obrador. Ahora son los libros de texto gratuitos, pegando el grito en el cielo porque promueven el comunismo.

Por eso, lo que dijo el viejo Porfirio Díaz es muy cierto: ese gallo quiere maíz.

Antes, los conservadores lanzaron su campaña de miedo, al mero estilo hitleriano, de que AMLO estaba propiciando el asesinato de la tal Xóchitl Gálvez. Y si retrocedemos la cinta, vamos a llegar hasta la campaña que lanzaron de que López Obrador era un peligro para México.

Todas esas campañas se han desplomado por el peso de sus mentiras y sus cinismos histéricos.
Y ante estas campañas, uno se llena de coraje por el ataque histérico contra el presidente y se encorajina más porque López Obrador, lejos de caer en la provocación le dice amigo al monigote de Javier Alatorre. Y todavía, los seguidores de la 4 T se crispan más cuando escuchan que López Obrador dice que no ve a este ricachón de Salinas como enemigo.

Sabiendo cómo juega el presidente, no es que traicione a sus seguidores y al pueblo de México con esas palabras. Es viejo lobo de selvas y montañas. Lo que quiere asegurar es que Salinas Pliego no se haga el occiso y pague lo que debe.

Por eso, sus suaves palabras de AMLO hacia estos sinvergüenzas, es como sobarles la mollera para que devuelvan lo que se han robado. Si no lo hacen, ya lo dijo el señor López, no se quedará callado.

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