La reciente gira de tres días del presidente Andrés Manuel López Obrador, enfocada a la supervisión de obras y seguimiento de compromisos, reafirmó su opción por los pobres y por los más pobres entre los pobres: los pueblos indígenas, las comunidades originarias sonorenses ricas -no obstante- en cultura y dignidad en la defensa de sus territorios y tradiciones.
Con una ceremonia ancestral impresionante de danza y canto, mujeres Seris de voces templadas recibieron al presidente en su encuentro solemne con la etnia en Punta Chueca, acompañado como en el resto de la gira por el gobernador Alfonso Durazo.
Al contrario de los usos políticos del viejo régimen, AMLO cumple su palabra. Ha venido a empujar las acciones empeñadas en el Plan de Desarrollo Integral del Pueblo Seri que promueve el acceso al bienestar, con respeto a su cultura y su relación con la naturaleza. Anunció que el gobierno federal aportará el presupuesto necesario para garantizar agua potable para más de tres mil habitantes, tras recordar el reclamo divertido del gobernador tradicional: “Señor presidente, nosotros ya parecemos camellos, ya aprendimos a vivir sin tomar agua.”
Además de apoyar la pesca y el desarrollo del ecoturismo, propuso sorpresivamente promover el “safari fotográfico” en vez de la caza deportiva. Y se los dejó de tarea: “piénsenlo, lo que percibe la comunidad por permitir la caza, nosotros se lo (compensaremos).”
En Tórim, ante las autoridades tradicionales yoreme, AMLO ratificó el Plan de Justicia del Pueblo Yaqui, así como su apoyo a la demanda de restituir plenamente sus derechos sobre el territorio y el agua que les han sido violentados. Por ello, anunció que presentará un argumento ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que sea tratado como un asunto de Estado el derecho del pueblo Yaqui al agua. Entre las obras se cuenta la regularización de 34 mil hectáreas, la creación de la Universidad del Pueblo Yaqui, un acueducto de unos 250 kilómetros y el establecimiento del Distrito de Riego 018 para los pueblos Yaquis.
AMLO identificó a la nación yaqui como el pueblo que más sufrió la barbarie de la conquista y el porfiriato: represión, saqueo, arrebato de territorios, esclavitud y discriminación.
De los valles subió a la sierra. En la bella Yécora, en plena Sierra Madre y con evidentes muestras de simpatía de la gente, Andrés Manuel refrendó el apoyo del gobierno federal a los pueblos de Sonora y Chihuahua. No paró ahí. El presidente siguió apuntalando una de sus pasiones, la tradición beisbolera, con el rescate de los estadios Tomás Oroz Gaytán y Héctor Espino, donde constató la construcción de sendos planteles de Bachillerato Tecnológico de Educación y Promoción Deportiva.
En la mañanera del viernes 11, recién llegado a territorio sonorense, AMLO exhibió a un periodista devenido golpeador: Carlos Loret de Mola y sus ingresos de 35 millones de pesos durante 2021, presunto pago a su campaña infamante contra el presidente.