AMLO refutó a Jorge Ramos sobre seguridad pública

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El pasado 22 de septiembre, el periodista mexico-norteamericano, Jorge Ramos hizo una fuerte y desproporcionada acusación contra la política de seguridad del gobierno del presidente López Obrador en la conferencia mañanera que ofrece diariamente el Presidente de la República.

Ramos afirmó a raja tabla: “su gobierno ya es el más violento en la historia moderna de México” y a continuación presentó una tabla con cifras de asesinados y le auguró que “de seguir así”, los asesinatos superarán los 195 mil al finalizar el sexenio, por lo que debe cambiar su política de seguridad.

El presidente López Obrador rechazó la acusación de Jorge Ramos, señalando que su gobierno logró contener el número de “homicidios dolosos” en el país en alrededor de 136 mil por año y que, a partir de este año, de 2021 una caída en el número de asesinatos en un 10.5 por ciento, lo que consideró un logro de su gobierno y una prueba de que su política de apoyo económico a los sectores pobres de la sociedad es la clave para reducir la violencia, porque “la paz es fruto de la justicia”.

A continuación se produjo un intenso e interesante debate entre ambos personajes. Sin embargo, Jorge Ramos no aceptó los argumentos del presidente López Obrador porque su intención no era interrogar al Presidente al respecto sino acusarlo y exponerlo ante la opinión pública.

Sin embargo, el Presidente lo refutó de forma categórica.

No se podría explicar la baja real en el número de homicidios dolosos que se está produciendo en el país sin tomar en cuenta el impacto que tienen los programas de bienestar social del gobierno de López Obrador.

En los diversos programas sociales, el gobierno del presidente López Obrador invierte cerca de 500 mil millones de pesos anuales, a los que debemos sumar los incrementos al salario mínimo que impulsa su gobierno que pasaron de 88 pesos diarios en 2018 a 172 pesos en 2022.

Lo anterior ha representado una importante mejora en los ingresos de los sectores sociales mayoritarios del país que, junto con el despliegue de 120 mil elementos de la Guardia Nacional, han logrado contener el incremento de los asesinatos del crimen organizado que venía aumentando desde el sexenio de Felipe Calderón y que continúo en el de Peña Nieto.

En el sexenio de Calderón la cifra de asesinatos esdtalló debido a su supuesta “guerra al narcotráfico”, alcanzado un aumento de 198 por ciento, lo que representó 121, 683 asesinatos al terminar su gobierno, pues en el primer año de su gobierno hubo 8,867 y terminó con 25,967.

Al terminar el sexenio de Peña Nieto la cifra no bajó sino que llegó a 124, 478 muertos.

En el gobierno del presidente López Obrador la cifra de “homicidios dolosos” llega a 126, 206 al mes de agosto de este año.

La tendencia sí es a la baja

Como se puede observar en la gráfica adjunta, la estrategia del gobierno de López Obrador logró “contener” el incremento de asesinatos del crimen organizado en 36,000 muertos en los años de 2019 y 2020, cifra similar a la del último año del gobierno de Peña Nieto, mientras que en 2021 la cifra anual bajó de 36,773 a 35,625.

En 2022 la cifra llega a 20,000 en lo que va del año.

Sí la tendencia se mantiene a la baja, como sucedió de 2020 a 2021, los “homicidios dolosos” podrían bajar nuevamente.

Esto se explicaría no solamente por el despliegue de la Guardia Nacional, sino, sobretodo, por la aplicación de los apoyos económicos a los sectores más necesitados y a estudiantes y jóvenes universitarios, durante cuatro años continuos.

A lo anterior debemos sumar el impacto positivo del aumento de los salarios mínimos en los últimos tres años.

Los apoyos sociales y salariales son los que ayudan a reconstruir a una sociedad maltrecha por una salvaje política económica que aplicó una política de “contención salarial” que, en los hechos, redujo los salarios convirtiéndolos en “salarios del hambre”, la desnutrición y las enfermedades para millones de familias.

Aunado a ello la corrupción rampante hizo que un importante porcentaje del presupuesto público, tanto del gobierno federal como de los estados, se desviaran y no se invirtieran en el bienestar de la sociedad. Ello produjo un drástico incremento de la delincuencia tanto organizada como común, de lo que apenas nos estamos recuperando.

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