Todo parece indicar que el trabajo que realiza en Sonora el gobierno de Alfonso Durazo va orientado verdaderamente a hacer crecer la democracia plena, entre las y los sonorenses, sin simulación alguna.
Lo anterior se observa por la manera en que Durazo cuida los presupuestos públicos para que el estado funcione mejor a favor de la gente, a pesar de la crisis. Pero también por sus acciones políticas. Y las buenas intenciones que reflejan sus discursos.
Es decir, pasar de las palabras a los hechos para atender las esperanzas del pueblo, concebidas desde hace décadas.
Por ejemplo, a la hora de administrar el dinero público -aunque en el primer año tuvo que pedir prestado más de 2,000 millones de pesos a corto plazo para funcionar- este va orientado para reparar el daño social que le dejaron los gobiernos anteriores, incluido el de Claudia.
Por el lado de sus acciones políticas, estas se inscriben en los propósitos de Morena y la Cuarta Transformación cuyo es lema es “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, impulsado por el presidente López Obrador. AMLO y Durazo forman una sólida dupla para el bienestar de Sonora en todos los aspectos, donde sobresalen los planes de mayor justicia para Cananea y el de las Etnias.
Y por último, por la intencionalidad que imprime todos los días a sus discursos que, trátese del tema que sea, estos tienen que ver con la ley y la justicia. Lo prioritario es atender a la gente. Y no a los grupos políticos y económicos como sucedió en el pasado, dando pie a la corrupción.
Al contrario, Durazo y su equipo, se han concentrado en estabilizar las finanzas de su gobierno y a nueve meses de distancia ya terminó de pagar un préstamo a corto plazo por más de 2,000 millones de pesos que fueron contratados para echar a andar su gobierno. Y, al liquidarlo, ya cuenta con más recursos para bienestar social.
En ese sentido se puede afirmar que Durazo prácticamente ha funcionado “ahorcado” por las deudas heredadas en este su primer año de gobierno. Y ante ello puso en marcha un plan de rigurosa austeridad y, por los ahorros obtenidos en su lucha contra la corrupción su trabajo de transformación sigue adquiriendo más fuerza.
Es decir, es notorio que el manejo de los recursos económicos seguirán siendo escrupulosos, lo que debe ser prioritario para toda organización pública. Y, en ese sentido, qué bueno que la 4T puso un alto al despilfarro, y el glamour del poder público va quedando atrás.
En cambio, ahí están los problemas urgentes del transporte público que es uno de los más sensibles no solo para Hermosillo sino para todo el estado. Y otro, el de las calles llenas de baches que diariamente sufre la gente en todas las ciudades, lo que por otra parte, en términos de ingeniería, son una vergüenza.
En estos dos casos de servicios públicos ha habido una corrupción desmedida de franco abuso a la población. Sin embargo, en otros el gobierno empieza a programar soluciones a corto, mediano y largo plazo. Lo mismo ocurre con el parque lineal de La Sauceda que, como centro recreativo de la comunidad, estuvo a punto de que gobiernos anteriores lo vendieran a grupos privados y construyeran ahí sus negocios, aprovechando como siempre la introducción de servicios. Afortunadamente la 4T lo impidió. Y ahora se refuerza como un gran proyecto público y ecológico.
Lo mismo sucedió con los parques de beisbol de Hermosillo y ciudad Obregón que ya funcionan como escuelas de educación y preparación para jóvenes prospectos que puedan figurar en este deporte, becados por el gobierno de Durazo.
540 pequeñas obras y la 4 Carriles a Bahía Kino
Así como el gobernador Durazo se encargó de anunciar 540 obras para los 72 municipios del estado, a través del Consejo de Concertación de Obra Pública, dirigida por Carlos Zataraín, también se ocupó de precisar que no por tratarse de pequeñas obras dejan de aumentar la calidad de vida de sus comunidades. Dichas obras son desde bardas, banquetas, camellones, reparación de tuberías, introducción de drenaje, señalamientos y otras. La inversión para estas 540 pequeñas obras asciende a 146 millones de pesos que junto a los 53 millones de finales del año, llegan a 189. Cabe anotar que la mayoría de las obras son para los municipios que estuvieron totalmente olvidados.
Una obra que preocupa a los hermosillenses, por tantos accidentes que han ocurrido, es la carretera a Bahía Kino. El último caso fue un dramático choque de frente donde lamentablemente perdieron la vida seis jóvenes del poblado Miguel Alemán. Pues bien, el gobernador del estado dijo recientemente que el 2023 va a empezar la obra de la carretera de cuatro carriles hacia ese poblado, y el 2024 se habrá de terminar al llegar su construcción hasta al balneario. De su costo real no hay cifra todavía. Pero el gobernador aprovechó para comentar recientemente que constructores privados le ofrecieron financiar dicha obra con la posibilidad de instalar una caseta de cobro para recuperar la inversión; pero no. La obra se hará con recursos públicos.
Y si así quedaran las cosas, se recomienda diseñar una intensa campaña de educación vial en los medios del estado como complemento a los operativos de tránsito permanentes, para orientar a los automovilistas a que no pongan en riesgo su vida al transitar en ella; se trata, pues, de tomar en cuenta lo que dice el gobernador Durazo: que solo “con educación se hará la transformación”, lo cual aplica también para el uso de esta importante obra.