Todos vimos sus gestos desfigurados y sus voces desarticuladas
Millones de mexicanos fuimos testigos de que los legisladores de la Alianza “Va por México”, conformada por el PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, que votaron en contra de la Reforma Eléctrica se quitaron la máscara y quedaron exhibidos al darle la espalda al pueblo.
Como Judas Iscariote, el discípulo de Jesucristo que traicionó a Jesús a cambio de un puñado de monedas de plata, ellos hicieron lo propio.
En un acto deleznable, los diputados de la oposición vendieron su voto al mejor postor, y obviamente no fue el Gobierno de AMLO el que se los compró.
Todos vimos a un cabildero italiano con portafolio en mano, sentado en una curul del Congreso Mexicano, ¿qué demonios hacía ahí?
El cinismo, ambición y conveniencia de los opositores por defender los intereses de empresas privadas, y no los de la Comisión Federal de Electricidad, puso al descubierto que no han tenido ni tendrán intenciones de atender y defender los intereses de los ciudadanos que los llevaron a ocupar el cargo como diputados.
Semanas antes de la sesión, el Presidente López Obrador estuvo haciéndoles un llamado a razonar su voto, a recapacitar, para que no pasaran a la historia como traidores a la patria. Pero nunca lo escucharon.
Esa era su estrategia, evidenciarlos para que mostraran su verdadero rostro al pueblo de México… y lo logró.
Todos vimos sus gestos desfigurados y sus voces desarticuladas, las risitas cínicas y burlonas, su desfachatez, sus mentiras, sus calumnias, el total desconocimiento de la iniciativa y la falta de argumentos contra un documento que seguramente no leyeron. No está en sus intereses ser la voz del pueblo.
Su participación fue una total y absoluta falta de respeto al pueblo de México. Una bofetada. Se proclaman como ganadores, pero el verdadero triunfo es del Presidente López Obrador, ¿por qué?
- Por lograr que millones de ciudadanos estuvieran pendientes de la discusión en el recinto legislativo con duración de más de doce horas. ¡Eso es hacer historia!
- Por desenmascarar a quienes votaron a favor de las empresas privadas, que anteponen el lucro al bien común. Y que todos viéramos sus intervenciones, sin eufemismos.
- Por anticiparse a enviar una iniciativa de nacionalización del litio para crear una empresa que lo administrará, y que ya se aprobó el lunes en la Cámara de Diputados y el martes en la de Senadores (y que ojalá se llame Amlitio).
En fin, la sesión maratónica del domingo da mucha luz de lo que podría suceder en las futuras contiendas electorales. El grupo opositor tendrá que pagar el costo político.
De los otros partidos mejor ni hablar, pero el PRI –muerto políticamente desde el 2018— tuvo la oportunidad de resucitar el Domingo de Pascua y la desaprovechó.
Lástima. Ya escucharemos la opinión del pueblo cuando se exprese a través de las urnas. Hacía muchos años que en México no se rechazaba una Iniciativa de Reforma Constitucional, propuesta por un Presidente de la República porque AMLO simplemente no se prestó a entregar moches.