Sonora querida

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Para el pueblo de Sonora, la aprobación de la Reforma Eléctrica es de vital importancia pues es un  Estado que goza de un subsidio especial en las tarifas de verano, en lo que a consumo de energía se refiere. Sin ella, el costo de enfrentar el calor que ya ronda los 50° en Sonora, simplemente sería imposible.  La reforma garantizará que el subsidio continúe indefinidamente y no ocurra lo que pasa en España, por ejemplo, donde las empresas privadas son las que definen a su arbitrio los precios que el consumidor paga sin importar períodos especiales.

Cuando el presidente Lázaro Cárdenas creó la Comisión Federal de Electricidad en el año de 1937, lo hizo pensando en electrificar un país donde menos de la mitad de la población contaba con este servicio. La mayoría de los Mexicanos que vivía en las zonas rurales, quedaría al margen del suministro de este servicio si no era precisamente el Estado quien lo proporcionara.

Veinticinco años después, en 1962, el presidente Adolfo López Mateos nacionalizaría la industria eléctrica pensando también en abatir el enorme rezago que todavía persistía en el país y en ponerle freno a las compañías privadas que no se preocupaban por electrificar las comunidades y lugares donde la generación, distribución y suministro de energía era rentable, según los márgenes de ganancia del mercado.

Hoy que estamos en plena era digital, aquí en Sonora, el año pasado había comunidades Yaquis que  todavia no contaban con este servicio. Dentro de las acciones desarrolladas en el marco del Plan de Justicia, decretado por el presidente López Obrador para la etnia, la introducción del servicio en esos lugares fue tarea prioritaria.

Hoy lo que está en juego son dos visiones, la de las grandes trasnacionales que producen la energía e imponen los precios con la ganancia que ellos deciden y, la otra, la vía social, promovida por el gobierno federal del presidente López Obrador donde es el Estado quien regula los mecanismos de precios para que todos podamos tener acceso a este servicio, a precios justos.  

Regresando al ejemplo citado al principio del artículo, la gente en España se encuentra con una crisis de precios donde no acompleta el gasto de fín de mes porque tiene que pagar los recibos altísimos por el consumo de energía. Esos precios los imponen grupos privados como Iberdrola que también entraron a México desde el sexenio de Felipe Calderón y mañosamente fueron beneficiados con contratos que hoy defienden a capa y espada para no ser regulados por el Gobierno Federal.

Si una trasnacional como Iberdrola impone en su propio país políticas de precios que la gente no puede pagar, que pasaría en Sonora con los altos consumos del verano? Iberdrola seguiría concediendo a la población Sonorense el subsidio que el gobierno federal otorga justa y socialmente?

Los dueños de esa trasnacional serían capaces de entender lo que es vivir ya casi en los 50° de calor y le bajarían al recibo de todos?

 No creo.

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